jueves, 4 de febrero de 2010

Una Charla con Mario Di Conztanzo: La Reforma Política y Fiscalización





Reseña: Gilberto Suárez Baz
Fotos: Arturo Saldivar

Los miembros de Convicción por México -foro de jóvenes profesionistas comprometidos con el quehacer público de su país-, así como un buen número de invitados, nos reunimos el 28 de enero de 2010 con el diputado federal de mayoría relativa Mario Alberto Di Constanzo Armenta, electo por el distrito 20, con cabecera en Iztapalapa, Distrito Federal, por el Partido del Trabajo, para dialogar sobre distintos temas de interés general.

Para los asistentes, la posibilidad de conversar con un firme opositor sobre el proyecto económico nacional lucía muy prometedora, dado que en 2005 se incorporó con el grupo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y tras las elecciones federales del año siguiente fue designado como Secretario de Hacienda del “gabinete legítimo”.

Su tesis central es una y muy clara: En México existe una oligarquía en el poder que fija los temas de la agenda política, económica y legislativa. Esta oligarquía, integrada por los principales empresarios del país y por las cúpulas de los partidos PRI y PAN, mantiene secuestrado al país, impidiendo su crecimiento económico y conservando diversos y dañinos esquemas monopólicos.

Di Constanzo señala incisivamente que uno de los retos principales en materia económica estriba en el gasto gubernamental. Que es secundaria la alta o baja recaudación fiscal cuando el uso de los recursos públicos es deficiente. Mencionó que tan sólo mantener la estructura de los dieciocho secretarios de estado (incluyendo su cuerpo de asesores, secretarios y asistentes), le cuesta al erario 300 millones de pesos anualmente.

En su opinión, México requiere sólo dos grandes reformas:
  1. La fiscal, para terminar con un régimen en donde, asegura, las 422 más grandes empresas en el país tributan una cantidad casi simbólica.
  2. El fin de los monopolios privados, específicamente en la banca, donde cinco instituciones concentran el 80% de la cartera (y que han creado en México el sistema bancario privado más caro del mundo); la telefonía, que permite a su dueño convertirse en el hombre más rico del mundo (aquí cita a Bill Gates cuando un reportero del New York Times le preguntó su opinión sobre ser desplazado en esa posición por Carlos Slim, a lo que contestó que es comprensible cuando se encabeza un monopolio tan grande y que tributa mínimamente); la cementera (donde acusa a Lorenzo Zambrano de fijar precios y de cometer actos vandálicos de gran escala); y la televisiva, donde asegura que el contubernio Televisa-PRI han creado ya un producto comercial, que resulta ser nada menos que un candidato presidencial. En este último rubro, afirma que es necesario “democratizar los medios”, otorgar más concesiones públicas para crear canales de televisión y frenar la incidencia de las dos televisoras actuales en los asuntos públicos.

Propuso que una reforma legal para que el Congreso de la Unión conozca a detalle lo que los contribuyentes pagan de impuestos sería muy positiva en aras de una mayor transparencia y justicia social. A la fecha, afirma, esta información sólo está disponible por el SAT.
Tras una breve ponencia, fue durante el diálogo con los asistentes que se mencionaron nuevos temas:

· Señaló que la estrategia a seguir por parte del movimiento que encabeza AMLO consiste en “informar a la gente” sobre diversos temas, creando las asambleas ciudadanas, no transigir en sus convicciones y asegura que cuando habla desde la tribuna de la Cámara de Diputados se dirige a la gente, no a los priístas ni a los panistas.
· Atendiendo a la propuesta de reforma política del Presidente Calderón, se declaró escéptico de la reelección legislativa –“¿queremos reelegir a Manlio y a Ninfa Salinas?”- pero a favor de las candidaturas ciudadanas, que abrirían el juego político a más actores y termine con el monopolio de poder de los partidos políticos.
· Se declaró a favor de los derechos sindicales y de la no injerencia interna por parte del gobierno, pero advierte que sus dirigencias, de no contar con controles efectivos, pueden resultar más un obstáculo que una herramienta.
· Expuso que en el modelo económico que su grupo promueve, Pemex desempeñará un papel importante en reactivación económica y de inversión, manteniéndose bajo completo control estatal, pero reformando seriamente su gestión interna y cuidando que la dirigencia sindical no concentre más poder ni recursos de los que le corresponden.
Estoy seguro que el encuentro con Di Constanzo dejó satisfecho a la mayoría de los asistentes, y dejó con nosotros un mensaje muy claro: en el 2012 el electorado tendrá frente sí a dos modelos de nación, uno conformado por el PRI/PAN, cuyo candidato sólo promueva el statu quo, sin alterar el orden oligopólico y sin avanzar hacia una auténtica reforma fiscal, y otro, “bajo quién sabe qué siglas”, que busque detonar estos dos cambios y siente las bases para terminar con el secuestro de México.

No hay comentarios: